Protección del menor en Belmar
La Asociación Belmar dispone de un plan de Convivencia y Protección del menor que se inspira en la Ley Orgánica 1/1996 de Protección Jurídica del Menor, en consonancia con lo dispuesto asimismo por la Xunta de Galicia, que se rige por esa misma Ley en esta materia. Estas son aprobadas y supervisadas por la Junta Directiva de Belmar.
Cualquier persona que haya presenciado un hecho que afecte a las Normas de Convivencia tiene la obligación de formular una queja dirigida al presidente de la Junta Directiva o, en su caso, a la Directora Técnica de la Asociación.
Esta Asociación ha asumido el compromiso de formar íntegramente a las asociadas y a todas las personas que participan en sus actividades, lo cual no se limita al diseño y contenido de las mismas sino al estilo propio de llevarlas a cabo.
Uno de nuestros objetivos principales es enseñar a convivir a todas las chicas, fomentando la convivencia y el respeto a las diferencias individuales, sin que pueda haber discriminación alguna por ningún motivo. Al favorecer la igualdad real, se previenen actitudes de rechazo, se garantiza el libre desarrollo de la personalidad de cada asociada en el marco del respeto a los principios constitucionales y estatutarios, así como a la normativa específica en la Comunidad Autónoma gallega, su cultura y a su ambiente natural.
Para alcanzar sus objetivos formativos, la Asociación cuenta con padres de las asociadas, agradeciendo su implicación en las actividades de la misma y colaborando con ellos como primeros educadores de sus hijas. Por eso las monitoras y personas que realicen alguna actividad en Belmar, extremarán el cuidado y la diligencia en la comunicación con las familias de las asociadas. En este sentido, la comunicación se realizará con el matrimonio: se evitará tratar de cuestiones relativas a las asociadas sólo con el padre o sólo con la madre.
La Asociación observará lo dispuesto en la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de Diciembre de Protección de Datos de Carácter Personal y demás normativas de desarrollo así como los derechos de acceso, rectificación, oposición y cancelación de estos datos por parte de los padres o tutores de las asociadas.
Se evitará el consumo de drogas, alcohol, tabaco y otras sustancias nocivas para la salud.
Se protegerá a las asociadas de la exhibición de símbolos o emblemas y de la realización de actos que inciten a la violencia o que atenten contra la dignidad de las personas y contra los derechos humanos.
En las actividades al aire libre, se seguirá lo dispuesto por las autoridades en lo referente a las acampadas y campamentos. Al menos dos de las monitoras contarán con la titulación requerida de monitora de tiempo libre o -en su caso- de directora de campamento; nunca dormirán en las habitaciones con las menores. Las chicas duermen en dormitorios individuales o de tres plazas o más. Para estas actividades la Asociación cuenta con una póliza de seguro y tendrá organizada la resolución de una eventualidad que requiera atención médica.
Se evitarán las prácticas deportivas que supongan un riesgo para las asociadas y que superen el riesgo de las actividades previstas en los folletos o página web de la Asociación. Para estas prácticas se requerirá la autorización expresa de los padres o tutores. Se cuidará con rigor que los monitores tengan la titulación requerida.
La Asociación velará por la seguridad vial y tendrá muy en cuenta las personas seleccionadas para conducir los vehículos que se utilicen para el transporte de las asociadas. No viajarán solas con una menor salvo que tenga un consentimiento específico de los padres y de modo excepcional.
En el caso de intimidación, acoso o maltrato entre iguales (físico o psíquico, oral o escrito, gestual o ciber-bullying) se dará una respuesta inmediata. Se procura acostumbrar a las asociadas a respetarse y evitar el contacto físico, peleas, insultos o cualquier otra actuación que pueda llevar a alguna a sentirse maltratada, aunque se presenten como bromas.
En el trato con las asociadas y las familias, las monitoras tendrán en cuenta las siguientes buenas prácticas, dirigidas a garantizar el respeto debido a las personas y la adecuada convivencia entre menores y mayores:
- En las actividades que se organicen, una monitora o profesora no se quedará a solas con una menor en un sitio aislado.
- Las asociadas nunca accederán a la zona de habitaciones personales de las monitotas.
- Se evitará que coincidan asociadas y personas adultas en vestuarios. Se educará a las asociadas en el sentido del pudor como muestra de respeto a los demás.
- Se evitarán, asimismo, manifestaciones inapropiadas de afecto por parte de las monitoras y de las asociadas.
- Cuando el capellán atiende espiritualmente una actividad, lo hace en un lugar abierto o en confesonario o en salita con puerta de cristal.
Si se tuviera conocimiento de alguna información que pudiera significar un posible acoso, abuso o maltrato a una asociada, se actuará con rapidez, prudencia y claridad, siguiendo el procedimiento o protocolo de actuación previsto para estos casos.
Las monitoras de la Asociación evitarán cualquier actuación que pueda percibirse como favoritismo o arbitrariedad hacia una familia o una asociada.
Conocerán estas normas de convivencia todos los que colaboran en las actividades del Club juvenil (miembros de la Junta directiva, monitoras, profesoras, capellanes, etc.) y se atendrán a ellas durante su actuación ordinaria.